En la memoria y rescatando una voz de la Generación del 27, no tan conocido.
José Moreno Villa (Málaga, España, 16 de febrero de 1887 - Ciudad de México, México, 25 de abril de 1955). Nació en una familia malagueña acomodada dedicada al comercio de viñedos, por lo que su padre le envió a estudiar química en Alemania (1904-1908). A su vuelta fundó en su ciudad natal la revista Gibralfaro, única animadora del panorama cultural de la ciudad durante muchos años hasta la llegada de Litoral, editada por Manuel Altolaguirre. En Madrid tuvo una intensa participación en las actividades de la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes. Aunque es más conocido por su faceta literaria, participó en las Exposiciones de Artistas Ibéricos, y fue uno de los introductores en España de la Vanguardia artística, especialmente del Surrealismo.
Moreno Villa, conocedor del alemán, tradujo un libro capital de Heinrich Wölfflin, Conceptos fundamentales en la Historia del Arte (Calpe, 1924), contribuyendo decisivamente a la historiografía artística.
Su compromiso con la República le llevará al exilio, primero en Estados Unidos y luego en México donde, como él mismo admite, su producción se mexicaniza. Sobre este país escribió su Cornucopia mexicana. Habitualmente, se le considera un "poeta de transición", ya que puede ser considerado en cierto sentido un precursor de la generación de 1927. Pero su obra de madurez pertenece de lleno a la poética del grupo. En cuanto a su obra artística, el Museo de Málaga conserva cuarenta y nueve de sus obras, realizadas en técnicas diferentes y que abarcan distintos estilos.
En 1944 publicó su importante autobiografía Vida en claro y publicada en México en El Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica, reeditada en 1976 en España y México por dicho Fondo, y hoy recuperada en 2006 por Visor Libros. Es reconocido hijo de la provincia de Málaga desde el 15 de junio de 1998. Es uno de los personajes reales de la última novela del escritor Antonio Muñoz Molina, La noche de los tiempos, éste le otorga un gran protagonismo, caracterizándolo como uno de los amigos del protagonista principal, Ignacio Abel, y reivindica su figura, dejando entrever que fue el precursor de ideas que no supo o no pudo rentabilizar y que otros las utilizaron como propias.
Pepín Bello, José Moreno Villa, María Luisa González, Luis Buñuel, Salvador Dalí y José María Hinojosa en Toledo (Venta de Aires) en 1924
Exilio. Moreno Villa salió del puerto de Valencia en febrero de 1937 con destino a Estados Unidos en misión de propaganda cultural de la República. De Estados Unidos pasó a México, y allí, como tantos otros exliados españoles, arraigó y produjo una vasta obra hasta el año 1955, en que murió. Amigo personal e intelectual de Alfonso Reyes, León Felipe o Luis Buñuel, Moreno Villa también logró interesar a la generación mexicana más joven, la de Octavio Paz, que escribiría el quizá más lúcido ensayo sobre su poesía. "Mi padre sintió que al salir de España lo había perdido todo, pero como hizo en otros momentos de su vida, lo tomó como azares del destino. Estudió, escribió libros, tuvo que cambiar los coIores de su paleta, pero continuó creando".
OBRA
Poesía
- Garba (1913)
- El pasajero, prólogo de José Ortega y Gasset (1914)
- Luchas de Pena y Alegría y su transfiguración (1915)
- Evoluciones. Cuentos, Caprichos, Bestiario, Epitafios y Obras paralelas (1918)
- Colección. Poesías (1924)
- Jacinta la Pelirroja. Poema en poemas y dibujos (1929). Editorial Castalia, 2000 ISBN 978-84-7039-867-4
- Carambas (1931), Ediciones Norba 10004, 1989 ISBN 978-84-87324-00-0
- Puentes que no acaban. Poemas (1933)
- Salón sin muros (1936)
- Puerta severa (1941)
- La noche del Verbo (1942)
- Voz en vuelo a su cuna (Avance de ese libro inédito) Edición Ángel Caffarena Such (1961)
- Voz en vuelo a su cuna prólogo León Felipe, epílogo Juan Rejano (1961)
Programa de la conferencia-concierto de Federico García Lorca sobre las Nanas infantiles. 1928. Dibujo de José Moreno Villa
Antologías
- La música que llevaba. Antología poética (1913-1947). Editorial Losada (1949)
- La poesía de José Moreno Villa, Edición José Francisco Cirre Jiménez (1963)
- Antología, Edición Luis Izquierdo en Plaza & Janés (1982)
- Bestiario, Presentación Mario Hernández, Edición Centro Cultural de la Generación del 27 (1985)
- Bestiario: 1917, Edición El Crotalón (1985) ISBN 978-84-86163-33-4
- Colección de poesías, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1987.
- José Moreno Villa, vida y poesía antes del exilio (1887-1937), Edición María Antonia López Frías, 1990.
- Antología poética. Editorial Don Quijote, 1992.
- Antología poética . Editoriales Andaluzas Unidas, 1993.
- Poesías completas Publicaciones de la Residencia de Estudiantes (1998), Edición Juan Pérez de Ayala.
- La música que llevaba. Antología poética, Ediciones Cátedra, 2010, Edición Juan Cano Ballesta.
LA VERDAD
Un renglón hay en el cielo para mí.
Lo veo, lo estoy mirando;
no lo puedo traducir,
es cifrado.
Lo entiendo con todo el cuerpo;
no sé hablarlo.
Antecedentes
Lisístrata y la Revolución francesa
En la obra Lisístrata, de Aristófanes, situada en la antigua Grecia podemos encontrar uno de los antecedentes históricos de la lucha de la mujer. La protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra. Durante laRevolución francesa, marchando hacia Versalles, las mujeres parisinas pidieron, bajo el lema libertad, igualdad y fraternidad, elsufragio femenino.
La reivindicación de la igualdad de la mujer y el el movimiento obrero
En sus inicios, finales del siglo XVIII y XIX, el movimiento obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del siglo XIX cuando los movimientos reivindicativos de lamujer salgan a la luz: lucha por el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión social, familiar y laboral. Surgieron entonces los denominados movimientos sufragistas, inicialmente de origen burgués, con figuras como Flora Tristán; aparecieron después los primeros grupos feministas en el movimiento obrero, que tendrán como gran aliado teórico el libro de Friedrich Engels, publicado en 1884, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado además de los movimientos anarquistas que reivindicaban, desde el neomalthusianismo, la procreación consciente del proletariado, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales.
El mundo entero conmemora el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, una efeméride que hunde sus raíces en una tragedia acaecida en Nueva York el 25 de marzo de 1911. La fábrica de camisas Triangle Shirtwaist ardió en la madrugada con centenares de mujeres que trabajaban en el interior de aquel edificio de diez plantas y que no pudieron escapar de las llamas porque los propietarios habían bloqueado todos los accesos para evitar robos en su interior.La dramática escena en el corazón de Manhattan conmocionó a la opinión pública. 146 mujeres murieron. Al no encontrar otra vía de escape, muchas de las trabajadoras saltaron por las ventanas del edificio resultando gravemente heridas en la caída y produciendo escenas de «pánico horroroso».
La mayoría de las víctimas eran jóvenes inmigrantes, de origen judío e italiano, que se ganaban precariamente la vida en el taller textil de la firma. Su sacrificio no fue en vano. Tras la tragedia, las leyes estadounidenses comenzaron a recoger mejoras en la seguridad en el trabajo en el sector industrial y el incendio de la fábrica sirvió de aldabonazo para la causa de las mujeres trabajadoras y del internacionalismo obrero en general en todo el mundo.
Conquista de mejoras
Poco después del suceso, se creaba en Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles. En paralelo, las iniciativas nacidas en el seno de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas germinaban en la proclamación de un día para el reconocimiento de los derechos de las mujeres trabajadoras, colectivo que, merced a su movilización, se iba liberando del prisma patriarcal bajo el que era percibido por parte de los dirigentes del movimiento obrero y clamaba, no solo por las mejoras sociales, sino también por la conquista del derecho al sufragio.
Sería en 1977 cuando la Organización de Naciones Unidas convirtió la jornada del 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.