V
Llorarás tantas noches como golpes
necesites para forjar estrellas,
maldecirás el día
y llorarás la urgencia de lo nuevo.
Ya puedes forjar un cielo
o una casa nueva
y bailar tantas horas y noches
como carbón se derrita en las venas.
Que llorarás
y nadie habrá de ver lágrimas,
y la lluvia se beberá tus gotas,
tu sudor y tu cuerpo,
te beberá, amor
y nada habrá de quedar.
Ni siquiera el eco.