13 mar 2012

José Moreno Villa

En la memoria y rescatando una voz de la Generación del 27, no tan conocido. 

ImageJosé Moreno Villa (Málaga, España, 16 de febrero de 1887 - Ciudad de México, México, 25 de abril de 1955). Nació en una familia malagueña acomodada dedicada al comercio de viñedos, por lo que su padre le envió a estudiar química en Alemania (1904-1908). A su vuelta fundó en su ciudad natal la revista Gibralfaro, única animadora del panorama cultural de la ciudad durante muchos años hasta la llegada de Litoral, editada por Manuel Altolaguirre. En Madrid tuvo una intensa participación en las actividades de la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes. Aunque es más conocido por su faceta literaria, participó en las Exposiciones de Artistas Ibéricos, y fue uno de los introductores en España de la Vanguardia artística, especialmente del Surrealismo. 

Moreno Villa, conocedor del alemán, tradujo un libro capital de Heinrich Wölfflin, Conceptos fundamentales en la Historia del Arte (Calpe, 1924), contribuyendo decisivamente a la historiografía artística. 

Su compromiso con la República le llevará al exilio, primero en Estados Unidos y luego en México donde, como él mismo admite, su producción se mexicaniza. Sobre este país escribió su Cornucopia mexicana. Habitualmente, se le considera un "poeta de transición", ya que puede ser considerado en cierto sentido un precursor de la generación de 1927. Pero su obra de madurez pertenece de lleno a la poética del grupo. En cuanto a su obra artística, el Museo de Málaga conserva cuarenta y nueve de sus obras, realizadas en técnicas diferentes y que abarcan distintos estilos. 
En 1944 publicó su importante autobiografía Vida en claro y publicada en México en El Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica, reeditada en 1976 en España y México por dicho Fondo, y hoy recuperada en 2006 por Visor Libros. Es reconocido hijo de la provincia de Málaga desde el 15 de junio de 1998. Es uno de los personajes reales de la última novela del escritor Antonio Muñoz Molina, La noche de los tiempos, éste le otorga un gran protagonismo, caracterizándolo como uno de los amigos del protagonista principal, Ignacio Abel, y reivindica su figura, dejando entrever que fue el precursor de ideas que no supo o no pudo rentabilizar y que otros las utilizaron como propias. 
 

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Pepín Bello, José Moreno Villa, María Luisa González, Luis Buñuel, Salvador Dalí y José María Hinojosa en Toledo (Venta de Aires) en 1924 
 

Exilio. Moreno Villa salió del puerto de Valencia en febrero de 1937 con destino a Estados Unidos en misión de propaganda cultural de la República. De Estados Unidos pasó a México, y allí, como tantos otros exliados españoles, arraigó y produjo una vasta obra hasta el año 1955, en que murió. Amigo personal e intelectual de Alfonso Reyes, León Felipe o Luis Buñuel, Moreno Villa también logró interesar a la generación mexicana más joven, la de Octavio Paz, que escribiría el quizá más lúcido ensayo sobre su poesía. "Mi padre sintió que al salir de España lo había perdido todo, pero como hizo en otros momentos de su vida, lo tomó como azares del destino. Estudió, escribió libros, tuvo que cambiar los coIores de su paleta, pero continuó creando"


OBRA 
Poesía 
- Garba (1913) 
- El pasajero, prólogo de José Ortega y Gasset (1914) 
- Luchas de Pena y Alegría y su transfiguración (1915) 
- Evoluciones. Cuentos, Caprichos, Bestiario, Epitafios y Obras paralelas (1918) 
- Colección. Poesías (1924) 
- Jacinta la Pelirroja. Poema en poemas y dibujos (1929). Editorial Castalia, 2000 ISBN 978-84-7039-867-4 
- Carambas (1931), Ediciones Norba 10004, 1989 ISBN 978-84-87324-00-0 
- Puentes que no acaban. Poemas (1933) 
- Salón sin muros (1936) 
- Puerta severa (1941) 
- La noche del Verbo (1942) 
- Voz en vuelo a su cuna (Avance de ese libro inédito) Edición Ángel Caffarena Such (1961) 
- Voz en vuelo a su cuna prólogo León Felipe, epílogo Juan Rejano (1961) 

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Programa de la conferencia-concierto de Federico García Lorca sobre las Nanas infantiles. 1928. Dibujo de José Moreno Villa 

Antologías 
- La música que llevaba. Antología poética (1913-1947). Editorial Losada (1949) 
- La poesía de José Moreno Villa, Edición José Francisco Cirre Jiménez (1963) 
- Antología, Edición Luis Izquierdo en Plaza & Janés (1982) 
- Bestiario, Presentación Mario Hernández, Edición Centro Cultural de la Generación del 27 (1985) 
- Bestiario: 1917, Edición El Crotalón (1985) ISBN 978-84-86163-33-4 
- Colección de poesías, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1987. 
- José Moreno Villa, vida y poesía antes del exilio (1887-1937), Edición María Antonia López Frías, 1990. 
- Antología poética. Editorial Don Quijote, 1992. 
- Antología poética . Editoriales Andaluzas Unidas, 1993. 
- Poesías completas Publicaciones de la Residencia de Estudiantes (1998), Edición Juan Pérez de Ayala. 
- La música que llevaba. Antología poética, Ediciones Cátedra, 2010, Edición Juan Cano Ballesta. 

LA VERDAD

Un renglón hay en el cielo para mí.
Lo veo, lo estoy mirando;
no lo puedo traducir,
es cifrado.
Lo entiendo con todo el cuerpo;
no sé hablarlo.
 

11 mar 2012

CANELA PICANTE: FASE 2:TU LENGUA CON SABOR A CANELA

Manuel Jurado

Hoy soy canela que escuece
a base de jengibre y cardamomo,
y así confito mis sueños,
me bastan 350 gramos de jengibre.
Para ti, amor,
peregrino de ese sabor,
y de más dulzura,
te unto con el almíbar-labios,
de diez gramos de pimienta negra,
medio kilo de azúcar-polvo.
Un cuerpo a cuerpo;
sumergido todo ello,
en un litro de agua
y el zumo de un limón.
Acabamos este festín
de cuerpos y labios,
mezclándolo con un anís de estrellas
y la vaina de vainilla de tu cuerpo,
mientras nos desbordamos
en una textura nueva.
Acercándome a ese sabor,
que tanto deseas de mí
y que nunca fui,  
 de jengibre confitado.


Manu Jurado, artista plástico cordobés pone imagen a uno de los poemas del libro, para su exposición "Devaneos Literarios",  una exposición que conjuga autores literarios y obra plástica, y en mi caso, este poema representará la lujuria...

8 mar 2012

Ferronerie y Canela picante en un mano a mano

El próximo viernes 16 de marzo a las 19.00 en la Biblioteca de Encinarejo(Córdoba), para todo el que quiera deleitarse con un té de canela y una pastas de fierro....no dejen de acudir a la cita que tienen conmigo.

Ferronerie versus Canela Picante, este último se pone se estreno y saca sus aromas y sus olores para combatir la dureza del hierro de su antecesor Ferronerie...

Recuerden Lectura a las 19.00 en la Biblioteca de Encinarejo

Les espero

María Zambrano

La llama

     Asisitida por mi alma antigua, por mi alma primera al fin recobrada, y por tanto tiempo perdida. Ella, la perdidiza, al fin volvió por mí. Yentonces comprendí que ella había sido la enamorada. Y yo había pasado por la vida tan sólo de paso, lejana de mí misma .Y de ella venían las palabras sin dueño que todos bebían sin dejarme apenas nada a cambio. Yo era la voz de esa antigua alma. Y ella, a medida que consumaba su amor, allá, donde yo no podía verla; me iba iniciando a través del dolor del abandono. Por eso nadie podía amarme mientras yo iba sabiendo del amor. Y yo misma tampoco amaba. Sólo una noche hasta el alba. Y allí quedé esperando. Me despertaba con la aurora, si es que había dormido. Y creía que ya había llegado, yo, ella, él... Salía el Sol y el día caía como una condena sobre mí. No, no todavía.



Zambrano, M.:  Diotima de Mantinea, en Hacia un saber sobre el alma, Madrid,
Ed. Alianza, 1989, p. 197



La pensadora del aura de María Zambrano, audio.

Las raíces del pensamiento filosófico de María Zambrano brotan del impulso de armonizar metafísica y mística con el fin de proponer la razón poética como solución a la crisis existencial de la década del cuarenta. De ahí que María Zambrano fuera una figura sorprendente e inaudita en los años de la dictadura en España, donde predominaba la censura y la vulgaridad; de ahí que tuviera que vivir un exilio que, en sus propias palabras «ha sido como mi patria, o como una dimensión de una patria desconocida, pero que una vez que se conoce, es irrenunciable». Lo cierto es que París, México, Cuba, Roma, La Pièce y Ginebra son los escenarios geográficos que se inscriben, para siempre, como testigos directos de la construcción de un legado filosófico muy original y muy personal, pero, ante todo, impensable de haber permanecido la filósofa en España. Sin duda alguna, su legado es el propio de una mujer valiente, que se atrevió a romper con convencionalismos y permaneció a lo largo de los años contagiando su entusiasmo y su fascinación por el estudio de las más variadas formas de creación.
La hermenéutica del exilio se halla ligada a la creación de María Zambrano ya que fue en el exilio donde concibió y publicó sus mejores obras: La confesión como género literario (1943), El pensamiento vivo de Séneca (1944), Delirio y destino (1952), El hombre y lo divino (1955), El sueño creador (1965) y Claros del bosque (1975). Su propuesta filosófica ante la crisis personal e histórica que sufrió a causa del exilio se resolvió, como ella misma ha asegurado en sus escritos, mediante la creación de una «metafísica auroral», de tipo dinámico y evolutivo, de acuerdo al proceso antitético que supone el hecho insoslayable de vivir emparejado al sentir de la negación del ser que implica ese mismo vivir. Como asegura Ana Bundgaard, la filosofía de la crisis, se torna en una homónima de la esperanza para Zambrano, pues la esperanza es la fuerza irracional que sostiene y defiende a la filósofa frente al nihilismo existencial.
Es indudable que el exilio, como experiencia metafísica, produjo un cambio radical en la visión que Zambrano mantenía, primero, respecto a España y Europa y, algo más adelante, respecto al mundo. Ahora bien, a partir de 1955, el discurso de Zambrano se muestra traspasado por la impronta mística, de manera que uno de sus más grandes anhelos, la reconciliación entre pensar y ser, así como la solución a la crisis personal de la filósofa, en cuanto a exiliada, encontrarían un escape propicio mediante la introspección de corte místico. Claros del bosque es una obra definitiva en este sentido, ya que concebida desde el dolor y la soledad más profundos, en esta obra Zambrano simboliza la experiencia mística mediante el «claro» y apunta, en la línea de Heidegger, la recuperación del sentimiento religioso como base de la meditación «sobre y desde el vivir». Como resultado, la experiencia metafísica es superada de manera armoniosa por la homónima mística hasta colmar en Zambrano los impulsos que la empujan hacia la creación poética y, en suma, a la vida en su más amplio sentido.
Lo cierto es que Zambrano deja una obra donde se conjugan la inteligencia y la sensibilidad, además del eclecticismo y la diversidad. Incansable lectora, se acercó a filósofos tan dispares como Séneca, Ibn Arabi, Heidegger o Nietzsche; escribió, asimismo, sobre creadores de la época clásica como Platón y Sófocles; también lo hizo sobre diferentes autores del mundo hispánico, entre los que ocupan un destacado lugar San Juan de la Cruz y Miguel de Cervantes; el análisis textual y literario de los dos autores mencionadas, junto a los que publicó sobre Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Emilio Prados, Pablo Neruda o José Ángel Valente entre otros, dan cuenta de una aproximación muy particular y original de la filósofa a la literatura española. Ana Bundgaard señala en este sentido, que Zambrano instrumentaliza la literatura, de manera que las obras que ella comenta se convierten en textos que son objeto de una reflexión personal, subjetiva e ideológica, y que no tiene en cuenta que el lenguaje poético es una manera concreta y específica de establecer una comunicación entre el ser humano y el mundo.
Remontándonos a los orígenes de su legado, la obra de Zambrano es hija y heredera indiscutible de la Segunda República española, una época de brillantez y libertad intelectual en la que una jovencísima María Zambrano había tenido la ocasión de mostrar su creatividad, su talento y su compromiso con la democracia. No es extraño, por lo mismo, que con la vuelta de la democracia a España le llegaran a la filósofa los más importantes reconocimientos: premio Príncipe de Asturias en 1981, premio Cervantes en 1988, y varios doctorados honoris causa en distintas universidades españolas; fue nombrada, además, hija predilecta de Andalucía en 1987, coincidiendo con la constitución de la fundación que lleva su nombre en Vélez-Málaga, la ciudad que la vio nacer en 1904.
La vuelta a España de Zambrano en noviembre de 1984, después del largo exilio, constituye uno de los acontecimientos cumbre en la vida de la filósofa española. Una energía renovada la impulsa, desde ese momento y hasta su muerte, a volcarse de manera sorprendente en la escritura de numerosos artículos, en las reediciones de obras anteriormente publicadas y, sobre todo, en la continuada convivencia con diferentes figuras del mundo intelectual hispano. De algunos de ellos quedan testimonios de admiración y de respeto, pero, sobre todo, de amor. José Miguel Ullán recuerda que «Al hablar, [ella] entraba en espirales vertiginosas, hurgaba en todas las heridas y, a la vez, se abría a la esperanza, nos la hacía contemplable». Por su parte, Amalia Iglesias evoca su penetrante fuerza interior, una fuerza que mantuvo hasta los últimos momentos de su vida. Dice Iglesias: «Quería estar siempre arreglada. No veía televisión, no estaba rodeada de muchos libros. Era como si llevara su biblioteca dentro. Estaba habitada por una profunda serenidad».
Los restos de María Zambrano reposan eternamente en Vélez-Málaga y, desde allí, principalmente desde la Fundación que lleva su nombre surgieron una serie de iniciativas para celebrar con júbilo, en el 2004, el centenario de una intelectual cuya actitud vital podría resumirse, precisamente, en la constante celebración de la existencia.


Bibliografía
Ana Bundgaard, Más allá de la filosofía. Sobre el pensamiento filosófico-místico de María Zambrano, Madrid, Editorial Trotta, 2000.

8 de marzo día de la Mujer

Antecedentes

Lisístrata y la Revolución francesa


Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo de 1988.ManaguaNicaragua

En la obra Lisístrata, de Aristófanes, situada en la antigua Grecia podemos encontrar uno de los antecedentes históricos de la lucha de la mujer. La protagonista, Lisístrata, realiza una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra. Durante laRevolución francesa, marchando hacia Versalles, las mujeres parisinas pidieron, bajo el lema libertad, igualdad y fraternidad, elsufragio femenino.

La reivindicación de la igualdad de la mujer y el el movimiento obrero


En sus inicios, finales del siglo XVIII y XIX, el movimiento obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del siglo XIX cuando los movimientos reivindicativos de lamujer salgan a la luz: lucha por el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión social, familiar y laboral. Surgieron entonces los denominados movimientos sufragistas, inicialmente de origen burgués, con figuras como Flora Tristán; aparecieron después los primeros grupos feministas en el movimiento obrero, que tendrán como gran aliado teórico el libro de Friedrich Engels, publicado en 1884, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado además de los movimientos anarquistas que reivindicaban, desde el neomalthusianismo, la procreación consciente del proletariado, la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, el cuidado de los niños así como el uso y difusión de métodos anticonceptivos artificiales. 
El mundo entero conmemora el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, una efeméride que hunde sus raíces en una tragedia acaecida en Nueva York el 25 de marzo de 1911. La fábrica de camisas Triangle Shirtwaist ardió en la madrugada con centenares de mujeres que trabajaban en el interior de aquel edificio de diez plantas y que no pudieron escapar de las llamas porque los propietarios habían bloqueado todos los accesos para evitar robos en su interior.

La dramática escena en el corazón de Manhattan conmocionó a la opinión pública. 146 mujeres murieron. Al no encontrar otra vía de escape, muchas de las trabajadoras saltaron por las ventanas del edificio resultando gravemente heridas en la caída y produciendo escenas de «pánico horroroso».  
Incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York, el 25 de marzo de 1911. Murieron 146 mujeres y 71 resultaron heridas. La gravedad del desastre hizo que se modificara la legislación laboralen Estados Unidos.

La mayoría de las víctimas eran jóvenes inmigrantes, de origen judío e italiano, que se ganaban precariamente la vida en el taller textil de la firma. Su sacrificio no fue en vano. Tras la tragedia, las leyes estadounidenses comenzaron a recoger mejoras en la seguridad en el trabajo en el sector industrial y el incendio de la fábrica sirvió de aldabonazo para la causa de las mujeres trabajadoras y del internacionalismo obrero en general en todo el mundo. 

Conquista de mejoras

Poco después del suceso, se creaba en Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles. En paralelo, las iniciativas nacidas en el seno de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas germinaban en la proclamación de un día para el reconocimiento de los derechos de las mujeres trabajadoras, colectivo que, merced a su movilización, se iba liberando del prisma patriarcal bajo el que era percibido por parte de los dirigentes del movimiento obrero y clamaba, no solo por las mejoras sociales, sino también por la conquista del derecho al sufragio.
Sería en 1977 cuando la Organización de Naciones Unidas convirtió la jornada del 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.




"Plof, plof, plof y Goti nació" y llegó a tierras alemanas......Presentación en Nuremberg

"Plof, plof, plof y Goti nació" y llegó a tierras alemanas..... . Goti, es una gota que cayó del cielo y que casualidad...